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viernes, 18 de mayo de 2012

H O L A C R A C Y


Uno de los primeros cursos de Holacracy se realizó en el Instituto Integral de Boulder (Colorado-USA)  allá por el año 2004 y fue presentado por Brian Robertson, justo en los primeros pasos del Instituto. Aunque uno de los conceptos básicos de Holacracy estaba basado en algo que Wilber había tomado de Koestler y desarrollado profusamente en sus escritos,  el concepto de “holón”,  los “Integrales” de entonces no estaban,  aún,  preparados para la aplicación de semejante metodología de avanzada.  De ahí, que aunque Wilber reconociese que es un método Integral, no lo utilizase –de manera oficial- en el desarrollo completo del Instituto, aunque sí en su fundación.
¿Y qué es Holacracy? En su etimología más básica proviene del término griego Holoarquía, que se traduce como “el gobierno de todos” y desde el punto de vista conceptual, como ya henos dicho, del concepto “holon”:  el todo es una parte y al revés.  El mero hecho de pensar que pudiésemos llegar al “gobierno de todos”, es decir el ver esta frase produce dos cosas en nuestra mente: 1) Sensaciones de Apertura y Solidaridad  y 2) Desencanto.  Y ambas cosas al mismo tiempo.  ¡Si fuera cierto¡ ,  decimos ¡Sí pudiera ser así¡, pensamos.  Y lo dejamos por utópico.  Pues bien, ahora con Holacracy es posible. 
Se trata de un nuevo Sistema Operativo como el del ordenador o el móvil en el que todos (desde arriba abajo y al revés) participan, tienen voz y voto.  Holacracy propone un protocolo de actuación, mediante reuniones y encuentros pautados. Cada reunión es para un tipo de temática, empezando por la reunión de Gobernanza, dirigida a la resolución de TENSIONES (imaginemos las tensiones que surgen en la gestión de una empresa,  de una familia o de un país).  El saber acceder a la expresión sana de las tensiones, sin la entrada en desagradables e infructuosas discusiones es una de las bellezas y eficacias de este elegante método, que como vemos entonces, trasciende el ego en aras a la eficacia y el enfoque en la meta de todos y cada uno de los miembros de un grupo. Todos son escuchados,  y aquí está la clave, sin caer, en cambio, en la tiranía asamblearia en la que las reuniones se hacían eternas.   En esa misma reunión y una vez presentadas las tensiones, se encuentra una persona que quiera llenar el ROL del solucionador/a de esa tensión y toma la RESPONSABILIDAD de cumplir con la solución o bien hacer que se cumpla.  Si es necesario en las reuniones de gobernanza, se establecen nuevas Políticas que formarán leyes para ese grupo.  Si estas  redundaran en el beneficio de otros grupos de la empresa, la familia o el país, se terminarán aplicando a lo largo de toda la organización.
En otra reunión (la Operativa) se establecen las acciones para poder asumir las responsabilidades adquiridas. Esto se realiza también de forma rápida, directa y con un sistema visual, al estilo “panel de corcho”, que Holacracy propone.   Y aún en otra reunión (la Estratégica) se hablará (por lo general, por estricto turno) sobre lo que verdaderamente importa en Holacracy que es la meta hacia la cual va o quiere ir, en este caso no el grupo, o los grupos, sino la Empresa, la Familia o el País.  Aquí vemos por lo tanto una de las diferencia básicas  entre otros métodos empresariales de lo más moderno,  que son los dirigidos a “personas” y Holacracy, que está dirigido a la energía, o ente creado más allá, de la Misión y Visión a las que nos tienen acostumbrados las más modernas organizaciones de la actualidad. Esta energía o meta-visión suele tener que ver con un objetivo si, se quiere incluso Transpersonal, es decir que tiene en cuenta el beneficio del planeta y más allá y, curiosamente, el resultado del enfoque de todos los grupos de la organización hacia ese ente energético o meta,  termina beneficiando en cascada a todos los que hacia ella se han enfocado.
Lo anterior tiene un calado bien profundo, o visto de otro modo unas altas miras, superando el también moderno concepto de responsabilidad social corporativa, si hablamos de las empresas, la responsabilidad ciudadana, si hablamos de la familia y la responsabilidad gubernamental, si hablamos de la Política de un País.
La aplicación de Holacracy en una empresa tiene unas implicaciones de compromiso con el método que queda reflejado en un acuerdo entre la organización y Holacracy One, la empresa que el creador y gestor del concepto, Brian Robertson, para el cumplimiento de los protocolos a corto, medio y largo plazo, ya que lo aquí explicado es un somero acercamiento al concepto global de holocracia.   Aunque a corto plazo parezca que el método de Holacracy aumenta el número de reuniones en una empresa, la realidad es que son tan cortas y eficaces que pronto se van reduciendo, hasta el punto de que el método dice que “una reunión es un fracaso”, en otras palabras, las usa con el objetivo puesto, precisamente en reducirlas.
Actualmente existen más de 100 empresas utilizando Holacracy en el mundo, no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa y Latinoamérica. Es un método que sin duda tendrá un desarrollo aún mayor puesto que introduce un alto nivel de conciencia de una manera, aparentemente imperceptible. En nuestro país, el día 4,5 y 6 de Mayo del 2012 tuvo lugar la primera conferencia y taller de Holacracy en Madrid, facilitado por Dennis Wittrock, el representante de Holacracy en Europa con dos horas de conexión por Internet con el propio Brian Robertson.  El próximo curso de Holacracy tendrá lugar durante la segunda semana de Octubre del 2012. Los interesados, pueden contactar con la organizadora: raqueltorrent@movistar.es y también visitar la propia página de Holacracy:  www.holacracy.org
 Aunque ya hemos dicho que Holacracy, puede aplicarse al mejor funcionamiento de cualquier grupo humano para la obtención de estupendos resultados,  es sin duda la empresa, como agente de cambio de la sociedad,  la que recibe Holacracy con una comprensión e integración mayor, pues los directivos ven el potencial que tiene para apoyarles a que cada persona de la empresa y ellos mismos sean conscientes de que forman parte –como en la vida- de algo mayor que ellos mismos.     
Raquel Torrent
Psicóloga Colegiada
Terapeuta Integral y Consultora Transpersonal