LA
VERDAD
Siempre
la verdad!
La verdad,
virtud casi sagrada que, a menudo, ocultamos tras un materialismo puro y duro,
oscurecemos entre pasiones y minimizamos entre cobardías e ignorancias,
resulta, a veces, casi imposible de reconocer. Es muy fácil aceptar la mentira
cuando se presenta como apoyo de la vanidad, la soberbia o el temor a “quedar
mal", dada la corrupción y la falta de valores de nuestra sociedad. La
atracción que ejerce la mentira encandila a muchas almas aún ignorantes de su
verdadera naturaleza espiritual, y a muchas personas que aún no han estructurado
su yo, creando así una conciencia de Ser y Estar. De ahí que la prisión de la
mentira en la que nos encontramos, con su resultado de corrupción y
malversación de la realidad, sea un espejismo en el que vive la mayoría. Sólo
desde el conocimiento de la verdad se puede ejercer la libertad. De ahí que la búsqueda y el encuentro de la verdad
sea una necesidad acuciante aplicable a todo lo que importa en nuestra vida.