LA
VERDAD
Siempre
la verdad!
La verdad,
virtud casi sagrada que, a menudo, ocultamos tras un materialismo puro y duro,
oscurecemos entre pasiones y minimizamos entre cobardías e ignorancias,
resulta, a veces, casi imposible de reconocer. Es muy fácil aceptar la mentira
cuando se presenta como apoyo de la vanidad, la soberbia o el temor a “quedar
mal", dada la corrupción y la falta de valores de nuestra sociedad. La
atracción que ejerce la mentira encandila a muchas almas aún ignorantes de su
verdadera naturaleza espiritual, y a muchas personas que aún no han estructurado
su yo, creando así una conciencia de Ser y Estar. De ahí que la prisión de la
mentira en la que nos encontramos, con su resultado de corrupción y
malversación de la realidad, sea un espejismo en el que vive la mayoría. Sólo
desde el conocimiento de la verdad se puede ejercer la libertad. De ahí que la búsqueda y el encuentro de la verdad
sea una necesidad acuciante aplicable a todo lo que importa en nuestra vida.
A lo largo de
mis casi 30 años de ejercicio profesional, he conocido personas que han convertido esta
búsqueda en su razón de vivir. Han buscando con pasional entrega la verdad de
su existencia; adolescentes que claman al cielo y buscan angustiosamente su
verdadero camino en la vida; adultos que no consiguen experimentar la paz interior
hasta que no se topan con la verdad de su alma y de sí mismos. También he
tratado a algunos que, tristemente, no llegan a su conocimiento verdadero, no
porque no lo estén buscando, sino porque lo buscan "a su manera" o
según lo que siempre han creído y practicado, obteniendo, los mismos
resultados.
Por muchas acrobacias
mentales que hagamos la “verdad", no depende solamente de la inteligencia,
sino también de la actitud y la disposición que sintamos para adaptar nuestra
vida cotidiana a la misma. El hallazgo de la propia verdad requiere, a menudo,
profundos cambios en nuestros paradigmas, creencias y actitudes. Hallar
y aceptar la verdad de uno mismo significa compromiso con la integridad, la
transparencia, la generosidad y la autoestima.
Jean Cocteau (poeta,
novelista, dramaturgo, pintor, crítico y cineasta francés) nos aclara este
concepto en una sencilla frase: “Un vaso medio vacío de vino es también uno
medio lleno, pero una mentira a medias de ningún modo es una media verdad”. El
hallazgo y la aceptación de nuestra verdad intrínseca, exige totalidad: se
“transluce” en todas nuestras acciones.
El aforismo “Conócete a
ti mismo” inscrito en el Templo de Apolo en Delfos está íntimamente ligado con la verdad
personal. Se refiere a que el descubrimiento de uno mismo nos lleva a comprender
la conducta humana en general, su moral y su pensamiento, y de ahí a la
autenticidad.
Comprenderse uno mismo es comprender a los
demás admitiendo que todos participamos de la misma naturaleza. Aprender el
verdadero significado de la frase nos lleva inevitablemente a vernos como seres
humanos ante la verdad, a descubrir nuestras miserias y debilidades y a
distinguir nuestros engaños y mentiras.
De esta forma evitamos el sufrimiento interno. Este aforismo es la invitación a una mirada introspectiva, para detectar
tanto nuestras carencias, como nuestras habilidades. Este conocimiento a través
de una sincera autocrítica se manifestará en todas nuestras acciones. Eso es
"transparencia".
Es tan importante
ajustar nuestra vida a esta realidad que tengo el profundo convencimiento de
que buscar sin descanso la propia verdad y la consecuente transparencia de la misma es la clave de la
felicidad interna.
Estas afirmaciones
sobre la verdad se apoyan sobre la evidencia que me proporciona la práctica
psicoterapéutica.
Todos deberíamos vivir
de forma habitual esta virtud y establecerla, sin obstáculos, como el eje de
nuestra conducta humana. La persona que acepta, que vive “su verdad”, posee una
visión clara y profunda sobre lo verdadero y lo falso. Sus actos transparentan
su razón profunda. No hay lugar para equívocos sobre sus intenciones. La verdad
es la puerta abierta a la libertad, como recordamos en la frase bíblica: “ La Verdad os hará libres”.
Raquel
Torrent
Psicóloga
Colegiada
Terapeuta
Integral
Consultora
Transpersonal
Creadora
del método POSITIONING
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